“La identificación debe ser vista como un proceso continuo, no como un proceso único que dice de una vez y para siempre si un niño es dotado o no. Los talentos emergen y crecen evolutivamente, y algunos, no llegan a emerger porque no se produce una adecuada estimulación. Es importante que todos los que trabajan con niños y jóvenes vean los talentos y potencialidades como algo educable y emergente, no como algo fijo e inmutable”
(Treffinger y Feldhusen, 1996)
La identificación debe ser realizada únicamente si existen razones para ello.
Debería valorar:
- inteligencia y desarrollo
- personalidad y conductas
- aspectos pedagógicos y de aprendizaje
- creatividad
La evaluación se puede realizar a través del centro escolar o en un centro privado, por profesionales plenamente cualificados.
En ambos casos, los padres siempre deben autorizarla.
¿Qué es y qué nos proporciona una evaluación?
La evaluación psicopedagógica tiene por objeto conocer al niño en todas sus facetas. El desempeño académico es sólo una de ellas.
Es necesario entender cómo ha sido su desarrollo y cuál es su situación vital en el momento presente tanto a nivel cognitivo como emocional.
Para ello es recomendable recabar información de todas las fuentes accesibles utilizando cuestionarios, entrevistas y distintos tipos de pruebas objetivas y algunas de carácter subjetivo.
De la evaluación no sólo se va a extraer información respecto del potencial a desarrollar según capacidad/habilidad, intereses, motivación y creatividad, sino que al mismo tiempo nos va a indicar los posibles factores de vulnerabilidad, ya sea respecto a sí mismo o respecto al entorno.
Además hará saltar alarmas en caso de algún tipo de comorbilidad o trastorno asociado que deba ser valorado y tratado.
Desde AAESI recomendamos la identificación precoz como mejor forma de conocer y así garantizar la atención necesaria y el óptimo desarrollo de la persona en todas sus dimensiones. La misma puede realizarse desde los 4 años.